Detrás de cada planta solar que vemos desplegada en el paisaje —ya sea en el desierto de Atacama, en un llano brasileño o en una isla caribeña— existe un proceso complejo que combina ingeniería, permisos, financiamiento, construcción y operación. La energía solar es competitiva y rápida de implementar, pero levantar una planta no es tan simple como instalar paneles sobre el terreno.

En América Latina y el Caribe, donde las condiciones geográficas, normativas y sociales son tan diversas, comprender cómo se construye una planta solar es esencial para todos los actores: desarrolladores, contratistas, inversionistas, comunidades, entidades gubernamentales y reguladores.

  1. Fase de desarrollo: la semilla del proyecto

El ciclo de vida de una planta solar comienza mucho antes de la primera excavación.

  • Selección del sitio: análisis de irradiancia, topografía, acceso a redes eléctricas y condiciones ambientales.
  • Permisos y licencias: cada país exige trámites específicos: estudios de impacto ambiental, autorizaciones de uso de suelo, consultas comunitarias y permisos eléctricos.
  • Viabilidad financiera: estimación de CAPEX, OPEX, precios proyectados de la energía, contratos PPA y análisis de riesgos.

Un error en esta etapa puede comprometer todo el proyecto. Por eso, los desarrolladores suelen invertir entre 2 y 4 años en madurar cada iniciativa.

  1. Ingeniería y diseño: de la idea al plano

Una vez que el proyecto cuenta con permisos básicos y respaldo financiero, se desarrolla la ingeniería:

  • Ingeniería básica: define layout, tecnología (fixed-tilt o trackers), conexión eléctrica, estimación de rendimiento (PR).
  • Ingeniería de detalle: incluye fundaciones, caminos internos, drenajes, canalizaciones eléctricas, subestaciones y líneas de transmisión.
  • Normativa técnica: aquí entran en juego marcos como:
    • RETIE (Colombia).
    • DS-88 (Chile, solo para PMGD ≤ 9 MW).
    • LGSE + CNE + Coordinador Eléctrico Nacional (Chile, para utility scale).
    • COES / OSINERGMIN (Perú).
    • NOM-001-SEDE-2012 y NOM-013-ENER-2013 (México), más el Manual de Interconexión del CENACE/CRE.
    • Procedimentos de Rede (ONS), ABNT NBR 16274/16149/16690 y resoluções normativas de ANEEL (Brasil).
    • Normas internacionales IEC y NEC, que sirven de referencia en gran parte de la región.

La ingeniería no solo es técnica: debe integrar restricciones ambientales (flora, fauna, agua) y sociales (acceso comunitario, empleo local).

  1. Financiamiento y contratos EPC

Una planta solar requiere inversiones millonarias, incluso para proyectos PMGD (de menor escala).

  • Financiamiento: bancos locales, multilaterales (BID, CAF, etc), inversionistas privados o fondos verdes.
  • Contratos EPC: el contratista de ingeniería, adquisiciones y construcción asume la ejecución llave en mano, garantizando tiempos, costos y rendimiento.
  • Seguros y garantías: fundamentales para mitigar riesgos en construcción y operación.

Un contrato EPC sólido es la columna vertebral que conecta a los desarrolladores con fabricantes, proveedores y trabajadores.

  1. Construcción en terreno: el desafío práctico

Es en esta fase donde el proyecto cobra vida.

  • Obras civiles: movimientos de tierra, fundaciones de salas, transformadores y equipos eléctricos, caminos, cercos, zanjas para canalizaciones y drenajes para evitar inundaciones.
  • Montaje mecánico: instalación de estructuras metálicas y seguidores solares (trackers).
  • Montaje eléctrico: colocación de módulos, tendido de cableado DC/AC, inversores, cajas de seccionamiento, enlaces de comunicaciones,  transformadores, subestaciones y sistemas de protección.
  • Gestión ambiental: rescate de especies, control de polvo y ruido, manejo de residuos, habitabilidad en la construcción.
  • Seguridad laboral: protocolos estrictos de EPP, capacitaciones y fiscalización continua.

La construcción puede durar entre 8 y 24 meses, dependiendo de la escala (desde 10 MW hasta más de 500 MW).

  1. Puesta en marcha y pruebas

Finalizada la construcción, se realiza la puesta en servicio:

  • Pruebas eléctricas: continuidad, aislación, protecciones y sincronización con la red.
  • Pruebas de performance: verificación del PR, generación real vs. simulada, monitoreo de SCADA.
  • Protocolos regulatorios: inspecciones de entes eléctricos nacionales, conexión con la red y entrega de certificados de operación.

Solo entonces la planta entra en operación comercial y comienza a vender energía.

  1. Operación y mantenimiento (O&M)

Aunque el sol es gratuito, mantener una planta solar eficiente no lo es.

  • O&M preventivo: limpieza de módulos, inspecciones de estructuras, mantenimiento de inversores y transformadores.
  • O&M predictivo: monitoreo remoto vía sistema de monitoreo de energía, detección de anomalías térmicas con drones.
  • Gestión de repuestos y fallas: clave para asegurar disponibilidad y confiabilidad.

La vida útil de una planta solar se estima en 25 a 30 años, aunque con buen mantenimiento y/o actualizaciones puede extenderse más.

  1. Retos específicos en América

Construir plantas solares en la región implica desafíos particulares:

  • Geográficos: desiertos extremos (Atacama), zonas de huracanes (Caribe), altiplano andino, selvas tropicales.
  • Climáticos: tormentas, huracanes, alta nubosidad
  • Sociales: relacionamiento comunitario, beneficios locales, conflictos por uso de tierras.
  • Normativos: marcos regulatorios fragmentados y en constante evolución.
  • Redes eléctricas débiles: limitaciones de transmisión y distribución que exigen soluciones de almacenamiento.

Cada país es un mundo distinto; lo que funciona en Brasil no siempre aplica en Honduras o Jamaica.

  1. El futuro: plantas híbridas y almacenamiento

La tendencia apunta a proyectos cada vez más sofisticados:

  • Plantas híbridas PV + BESS para entregar energía firme.
  • Sistemas CSP con eTES para proveer calor solar a la industria.
  • Microredes solares en islas y comunidades remotas.
  • Digitalización y gemelos digitales para optimizar diseño, construcción y O&M.

La construcción solar ya no se mide solo en MW instalados, sino en capacidad de integración y flexibilidad.

Conclusión

Construir una planta solar en América es mucho más que instalar módulos: es un desafío, un proceso integral que involucra ingeniería de alta precisión, coordinación de actores, cumplimiento normativo y sensibilidad ambiental y social.

La energía solar es la oportunidad de la década, pero su éxito dependerá de la capacidad de cada país y cada proyecto de hacer bien las cosas desde el inicio.

Constructor Solar busca ser el espacio donde este conocimiento se sistematiza y comparte, para que desarrolladores, EPCs, fabricantes, consultores y comunidades construyan juntos la transición energética del continente.

 

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