Generar electricidad solar es el gran desafío en América. Los precios de los paneles y la madurez tecnológica han hecho de la fotovoltaica una de las fuentes más baratas del continente. El problema hoy es otro: cómo integrar esa energía en las redes eléctricas de manera confiable, sin pérdidas masivas ni apagones.

Desde Costa Rica hasta Chile y Brasil, los vertimientos (curtailments) y las limitaciones de transmisión se han vuelto un obstáculo recurrente. A su vez, los sistemas de almacenamiento con baterías (BESS) y tecnologías de control avanzadas surgen como la solución para estabilizar el suministro y garantizar que la energía solar llegue a los consumidores, redistribuyendo los horarios de despacho.

  1. El fenómeno del vertimiento en América

Vertimiento es el término usado cuando una planta solar genera energía disponible, pero el sistema no la recibe porque la red no tiene capacidad de transmisión o estabilidad suficiente.

Hay casos recientes en la región:

  • Brasil: En alza por cuellos de transmisión; en 2025 se reportan picos mensuales ~20% de recorte solar y proyecciones de pérdidas anuales de dos dígitos TWh
  • Costa Rica: vertimientos importantes durante el 2024.
  • Chile: récord de vertimientos de energías renovables (sobre todo solar en el norte) debido a cuellos de botella en la transmisión hacia el centro del país.

Este fenómeno no solo implica pérdidas económicas para los generadores, sino también desaprovechamiento de energía limpia en un continente que aún depende fuertemente de combustibles fósiles.

  1. El rol clave de los BESS

Los sistemas de almacenamiento en baterías (BESS, por sus siglas en inglés) han pasado de ser una opción a convertirse en un pilar de la transición energética.

Beneficios principales:

  • Desplazamiento de energía: permiten inyectar energía solar generada en horas de baja demanda hacia momentos de mayor consumo en que crece la demanda.
  • Estabilidad y servicios auxiliares: aportan control de frecuencia, regulación de voltaje y soporte de arranque en negro (black start).
  • Reducción de vertimientos: almacenan el excedente de generación que de otro modo se perdería.

Ejemplos:

  • Chile: proyectos híbridos PV + BESS en el norte del país comienzan a firmar PPAs con entregas “firme-renovable”.
  • México y Brasil: la discusión regulatoria se centra en cómo remunerar adecuadamente a los BESS por los servicios que prestan a la red.
  1. Desafíos de transmisión

La energía solar suele ubicarse donde el recurso es abundante: desiertos, zonas aisladas o regiones rurales. Pero muchas veces esas áreas no cuentan con infraestructura eléctrica robusta.

Problemas comunes:

  • Saturación de líneas existentes.
  • Falta de nuevas líneas de transmisión.
  • Tiempos de construcción largos (5–10 años) vs. rapidez de plantas solares (1–2 años).

Este desfase provoca un cuello de botella que debe resolverse con planificación integrada: construir redes más rápido, incentivar proyectos cerca de la demanda o usar tecnologías de transmisión avanzada (HVDC, FACTS, reconductoring con materiales de alta temperatura).

  1. Nuevas tecnologías de integración

La integración solar exige una red más flexible y moderna. Entre las soluciones técnicas emergentes:

  • Inversores grid-forming: capaces de aportar inercia sintética y estabilizar la red.
  • Microredes solares: con BESS y control local para islas y comunidades remotas.
  • Hibridación con otras renovables: eólica + solar + baterías para suavizar la variabilidad.
  • Digitalización: sistemas SCADA avanzados, inteligencia artificial para pronóstico y despacho.
  1. Casos de referencia en la región
  • Chile: integración de BESS en plantas utility scale para enfrentar vertimientos; licitaciones que promueven almacenamiento como requisito.
  • Costa Rica: proyectos piloto de baterías en microredes para suplir demanda en horas pico.
  • Brasil: ensayos regulatorios para incluir almacenamiento en el sistema eléctrico nacional, buscando modelos de remuneración.
  • México: discusiones en torno a la reforma del mercado eléctrico y la incorporación de almacenamiento a gran escala.
  1. El impacto económico y social

Los problemas de integración no son meramente técnicos:

  • Para los inversionistas: aumentan el riesgo y reducen la rentabilidad si la energía no puede venderse.
  • Para los gobiernos: significan retrasos en el cumplimiento de las metas de descarbonización.
  • Para las comunidades: implican apagones o tarifas más altas si el sistema se vuelve ineficiente.

Por el contrario, cuando se resuelven, los beneficios son múltiples: energía limpia, barata, confiable y con seguridad de suministro.

Conclusión

El futuro solar de América no depende solo de cuántos paneles se instalen, sino de cómo la energía fluye hacia la red y llega a los usuarios finales. El curtailment y los problemas de transmisión son hoy el mayor reto de la transición energética.

La solución pasa por una combinación de planificación eléctrica, almacenamiento masivo, modernización de la red y marcos regulatorios adecuados.

El continente tiene la oportunidad de liderar no solo en capacidad instalada solar, sino en integración inteligente y resiliente, demostrando que la energía del sol puede ser estable, confiable y el motor de la descarbonización.

Constructor Solar quiere ser el espacio donde ese conocimiento se construya de manera colaborativa, conectando a todos los actores de la transición.

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